"La dificultad no debe ser un motivo para desistir sino un estímulo para continuar"

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Deus ex machina

DEUS EX MACHINA En la literatura se denomina Deus Ex Machina al elemento externo que soluciona un conflicto de un modo ilógico e inapropiado, sin respetar la coherencia de la propia historia. Suele ocurrir cuando el escritor no ha desarrollado debidamente la trama, ni ha estudiado en profundidad la coherencia desde una perspectiva acorde con el mundo que plantea. Si el azar juega un papel milagroso en tu historia, y no existen magos que respalden esa “casualidad”, tus lectores pensarán que les estás tomando el pelo y te ganarás su desaprobación. El Deus Ex Machina es, por excelencia, el milagro imperdonable, que hace que una buena historia tenga un final desastroso. El origen del término El término se acuñó en la antigüedad clásica, cuando en el teatro griego y romano una grúa introducía a una deidad en la escena para resolver una situación. Esta expresión latina, que se traduce como “dios surgido de la máquina” o “dios desde la máquina”, era muy recurrente para solventar situaciones complicadas o imposibles. Hasta que ocurría el Deus Ex Machina, la escena estaba cargada de tensión y emoción, pues nadie podía imaginar cómo iba a solucionarse esa situación. El problema estaba en la resolución que, a nivel de guión, es una chapuza y una decepción para el público. A día de hoy, sin grúa y de un modo más sutil, los autores siguen cometiendo este error muy a menudo. ¿Pero por qué es tan grave el Deus Ex Machina? El Foreshadowing y la Predicción El foreshadowing es un recurso literario en el que el autor presenta o sugiere posibles desarrollos argumentales o acontecimiento que tal vez tengan lugar más adelante en la historia. Su función es crear expectación y preparar el terreno para posibles acontecimientos inesperados. Uno de los foreshadowing más famosos del cine es la historia de Anakin Skywalker en el Episodio I de Star Wars. En la película se muestran detalles que delatan el futuro de Anakin como Darth Vader, y hacen que el espectador quede deseoso de ver cómo se desarrollan los acontecimientos para acabar en semejante conclusión. Incluso en el cartel promocional de la película se muestra a Anakin reflejando la sombra de Darth Vader. Un Deus Ex Machina ocurre precisamente por no tener en cuenta el foreshadowing de una historia, de hecho, directamente lo ignora. El lector o espectador tiene que estar preparado mentalmente para cualquier acontecimiento, ya sea con mayor o menor intensidad, como justifica el arma de Chéjov... Toda obra narrativa que se precie mantiene un perfecto equilibrio exponencial entre la Predicción y el Foreshadowing. El Deus Ex Machina rompe por completo esta armonía y desencadena un colapso narrativo, haciendo que la mejor historia se convierta en la peor en cuestión de minutos. El Arma de Chéjov El arma de Chéjov es un principio dramático que postula que cada elemento en la narración debe ser necesario e irreemplazable, o de lo contrario debe ser eliminado. Es decir, que todo ha de tener un propósito, un sentido, o un significado, de lo contrario es un error incluirlo en la obra. Este principio dramático debe su nombre a Antón Chéjov, que explicaba del siguiente modo cómo deben ser tratados los elementos narrativos: Uno nunca debe poner un rifle cargado en el escenario si no se va a usar. Está mal hacer promesas que no piensas cumplir. Si en el primer acto tienes una pistola colgada de la pared, entonces en el siguiente capítulo debe ser disparada. Si no, no la pongas ahí.” Elimina todo lo que no tenga relevancia en la historia. Si dijiste en el primer capítulo que había un rifle colgado en la pared, en el segundo o tercero éste debe ser descolgado inevitablemente. Si no va a ser disparado, no debería haber sido puesto ahí. Esto también ayuda a sintetizar el contenido de una obra y a utilizar únicamente aquellos elementos que van a cumplir una función relevante en la trama. A raíz de esto seguro que te estás haciendo la siguiente pregunta: Si todo tiene un propósito, ¿entonces cómo se puede sorprender al lector/espectador con algo inesperado? Sorprender sin recurrir al Deus Ex Machina Es habitual pensar que, aplicando el arma de Chéjov, estamos renunciando a la posibilidad de sorprender al espectador con un giro inesperado. Al fin y al cabo, si ya sabe que esa escopeta sobre la chimenea va a ser disparada en algún momento, ¿dónde queda el suspense? Para sorprender sin recurrir al Deus Ex Machina y al mismo tiempo respetar el arma de Chéjov, están la falsa premisa y el red herring. Si introducimos un elemento con la única función de despistar, ese elemento ya está cumpliendo una función, por lo que, aunque luego no desempeñe la función esperada, sí está respetando el principio de Chéjov. En literatura, un red herring es una falsa pista que lleva a los lectores o personajes hacia una falsa conclusión. Se trata de utilizar una maniobra de distracción, para que el auténtico propósito pase completamente desapercibido. El mejor ejemplo que se me ocurre y que ilustra esto a la perfección es Severus Snape en Harry Potter y la Piedra Filosofal. El profesor Snape es presentado como un hombre siniestro y oscuro, que desprecia al protagonista y que además realiza acciones que le incriminan como antagonista. No obstante, para sorpresa de todos, Snape no solo no era enemigo del protagonista, sino que trataba de protegerle del verdadero antagonista que, gracias a las falsas pistas que incriminaban a Snape, pudo pasar desapercibido hasta el final, y sin llegar a desatar un Deus Ex Machina. La Falsa Premisa La falsa premisa es una pista que está diseñada para engañar a la audiencia. Otro recurso similar es la prolepsis. Sin embargo, el foreshadowing sólo insinúa un posible resultado en el confinamiento de una narrativa, mientras que la prolepsis realiza un adelanto temporal en la narración. En el caso anterior de Harry Potter y la Piedra Filosofal, una falsa premisa sería el aspecto siniestro de Snape y su personalidad criptica e introvertida. ¿Cómo identificar un Deus Ex Machina? El Deus Ex Machina, por norma general, atiende a las mismas reglas. No obstante, no tienen por qué darse todas ellas a la vez, ni siquiera tienen que ser las aquí listadas. El Deus Ex Machina puede ocurrir en mil escenarios y de mil maneras, por lo que es bastante complicado formalizar su aparición en una lista cerrada y definitiva. Aun así, cuando se entiende y conoce con claridad el concepto, es muy sencillo percatarse de él. Sus características más recurrentes son: •Tiene lugar en el último momento, cuando la tensión alcanza su cenit. •El Deus Ex Machina es algo o alguien que nunca antes ha salido en escena ni ha sido mencionado, o que ha recibido una atención ínfima. •Aparece para resolver una situación dramática insalvable. •No tiene sentido que esté ocurriendo. •Deja al lector/espectador con un mal sabor de boca. Esos giros de guión injustificados y forzados se puede presentar de muchas formas, no siempre es algo tan “sutil” como saber pilotar un avión sin previo aviso. La mayoría de las veces forma parte del tópico del héroe que llega en el último momento para salvar a la chica. Un Deus Ex Machina es cualquier acontecimiento sin sentido que soluciona una escena y que no mantiene ninguna relación con la historia previa. Hay miles de formas de cometer un Deus Ex Machina y solo una de evitarlo: planificando la historia. ¿Cómo evitar el Deus Ex Machina? Es sencillo, basta con planificar bien tú historia y ceñirse al arma de Chéjov. Un argumento bien trazado no tiene por qué desembocar en este tipo de situaciones incómodas y callejones sin salida. Si todos los acontecimientos importantes de la trama son justificables, no corres ningún riesgo. Aunque algo milagroso salve a los protagonistas en el último momento, no será un Deus Ex Machina si ya insinuaste con anterioridad la posibilidad de que algo así fuese posible. Y si quieres guardar la tarta para el final, usa el red herring y la falsa premisa para salirte con la tuya. Un caso de Deus Ex Machina Para explicar esto mejor voy a plantear dos escenas, una con un Deus Ex Machina y otra sin él: Dos de los personajes principales viajan en un avión. De repente, el villano de turno asesina a los pilotos y salta del avión en paracaídas. Por suerte, uno de los pasajeros era un ex-piloto jubilado que, con suma facilidad, consigue que el avión recupere la estabilidad y salva la escena. ¿Qué fallos hay aquí? En primer lugar, el hecho de que un personaje secundario (que además estaba de paso) e irrelevante para la trama principal salve la escena es, cuando menos, decepcionante. Ahí los protagonistas no han tenido nada que ver. El vuelo se habría salvado de todos modos, con o sin ellos. Otro fallo considerable es la asombrosa casualidad de que un ex-piloto fuese en ese vuelo precisamente. En el mundo real no es tan descabellado, pero en una novela no hay quien se lo crea. Ese ex-piloto sería el Deus Ex Machina de la escena. Imaginemos ahora la misma situación, pero con un desarrollo y desenlace distinto: Los protagonistas van en el avión. Sin previo aviso, el villano acaba con los pilotos y escapa en paracaídas. Pero curiosamente, tres capítulos atrás, uno de los protagonistas mencionó que tuvo que abandonar la escuela de aviación, pues era demasiado cara. Fue entonces cuando empezó a estudiar una carrera más asequible. El lector recordará esto y se sentirá aliviado, pero a la vez preocupado por la falta de conocimiento del personaje. Éste intentará recuperar el control del avión con los conocimientos básicos que obtuvo el tiempo que estudió aviación, pero le resultará extremadamente difícil. Su inexperiencia le dará un plus de emoción a la escena, pues el lector no estará del todo seguro de si lo conseguirá. En el caso anterior, un ex-piloto no tendría ningún problema, podría salvar la escena con los ojos cerrados, nada comparado con la emoción que entraña un aterrizaje forzoso a manos de un piloto amateur. Y en cuanto a la suerte, no está presente en ningún momento. El autor ya había avisado de que ese personaje sabía pilotar, por lo que no decepcionará al lector encontrarse con ese hecho. Si por el contrario, cuando los pilotos mueren y el villano salta, el protagonista dijese “Uf, menos mal que soy piloto en mis ratos libres”, sin haber hecho nunca antes una mención a esa faceta suya, el lector tirará el libro contra la chimenea. Eso también sería un Deus Ex Machina.

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